Si ha pasado algún tiempo trabajando en una empresa, es probable que haya oído hablar alguna vez del término "información privilegiada".
De lo que quizá no haya oído hablar es de las posibles consecuencias asociadas. El uso indebido de información privilegiada es un delito que se trata con seriedad, y las consecuencias así lo reflejan.
La Conversación analiza la problemas asociados al uso de información privilegiada. En primer lugar, ¿qué es exactamente el uso de información privilegiada?
El uso de información privilegiada consiste esencialmente en que una persona toma información privilegiada y la utiliza para tomar decisiones antes de que el público en general tenga acceso a esa misma información.
Por ejemplo, supongamos que usted posee acciones de la empresa A mientras trabaja para la empresa B. La empresa B tiene vínculos comerciales con la empresa A y, a través de esta conexión, usted se entera de que la empresa A pronto se declarará en quiebra. Si utiliza este conocimiento para vender sus acciones antes de que la empresa A anuncie al público sus planes de quiebra, se trata de información privilegiada.
Entonces, ¿por qué es malo el uso de información privilegiada? Esencialmente, es malo porque puede hacer mucho daño a la fe de los inversores. Todo el mercado de valores funciona porque los inversores confían en que las personas en las que invierten lo hacen todo honorablemente.
Cuando la gente empieza a utilizar su acceso a la información como una forma de obtener una ventaja sobre la competencia, puede poner en peligro la fe del inversor en todo el mercado. Básicamente, podría provocar el colapso del mercado. Esta es la razón por la que el uso de información privilegiada se trata con tanta dureza y por la que las penas que se imponen por cometerlo son tan elevadas.
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