Quizá haya oído hablar del término "socios del crimen". Es una forma de describir la conspiración. Simplemente asociarse con alguien para cometer un delito puede ser un delito penal en North Carolina.
Estos son los tres elementos que la fiscalía tendría que probar al juez o al jurado para condenarle.
A diferencia de la mayoría de los demás acuerdos legales, la conspiración no tiene por qué ser un documento escrito, aunque puede serlo. Dos personas pueden tener un acuerdo verbal o un entendimiento mutuo. Incluso puede convertirse en conspirador entregándole a alguien una herramienta o un arma para que cometa un delito.
Si un marido y su mujer cometen conjuntamente un delito, los tribunales los considerarán co-conspiradores en lugar de una sola unidad como equipo. Sin embargo, si su cónyuge cometió un delito, la relación entre ambos no aporta pruebas circunstanciales suficientes para condenarle por conspiración.
Técnicamente, la ley dice que el acto debe ser ilícito y no ilegal. Sin embargo, muchas fuentes tratan ambas palabras como sinónimas. El Black's Law Dictionary afirma que ilegal se refiere a actos que la ley desaprueba, pero no prohíbe expresamente. Sin embargo, tales actos pueden violar el orden público o ser inmorales.
La jurisprudencia antigua ha permitido defensas basadas en que el acto era ilegal, pero no delictivo. En general, sin embargo, un fiscal probablemente sólo presentará cargos si el acto es un delito penal, por lo que no es probable que esta defensa sea relevante en un caso actual.
La intención puede parecer sencilla: El fiscal aporta pruebas de que usted y otra parte tenían intención de cometer un delito. Por lo tanto, ha probado con éxito este elemento. Sin embargo, hay una trampa. Supongamos que el fiscal tiene pruebas suficientes para demostrar que sólo una de las partes es culpable de conspiración. Demostrar que existen otros conspiradores, aunque no haya pruebas de quiénes son, puede ser suficiente para condenar al individuo.
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